lunes, 21 de septiembre de 2015

Alzheimer y Método Hoffmann

¿Qué es el Alzheimer?

Es una enfermedad neurodegenerativa que tiene como síntomas más frecuentes la afectación de la memoria y, las alteraciones conductuales. Constituye el tipo de demencia más frecuente pero, es muy importante destacar que no es la única demencia que puede aparecer en los mayores por lo que, de su correcto diagnóstico dependerá su pronóstico y evolución.

¿Cómo se trata el Alzheimer a través del Método Hoffmann?

El pilar fundamental del Método Hoffmann es el concepto de neuroplasticidad (capacidad del cerebro para readaptarse y responder de manera eficaz ante una afectación o lesión que le afecte). Gracias a este principio y, con la adecuada personalización del tratamiento, conseguiremos que un mayor que padece una enfermedad degenerativa, se mantenga durante más tiempo con un buen nivel de independencia y autonomía, pudiendo en la mayoría de los casos conseguir su permanencia en el domicilio.



El primer pilar básico que el Método Hoffmann propone para conseguir que una enfermedad degenerativa, como es la demencia, no progrese de forma rápida y exponencial, es realizar con detalle un diagnóstico preciso y exacto de la sintomatología del paciente y la causa de la misma, pudiendo desde el primer momento establecer el tratamiento que según sus necesidades requiera. Este diagnóstico se debe realizar con la valoración de los siguientes profesionales: médico, neuropsicólogo, terapeuta ocupacional, fisioterapeuta, auxiliares y enfermería. 

Otro punto básico para asegurarnos el éxito de un tratamiento de estas características es tener claro que nunca dos enfermedades con un mismo nombre se comportan de la misma forma en dos personas diferentes puesto que, no se puede aislar la patología de la historia anterior de la persona, de sus intereses, alfabetización y demás aspectos que forman parte de sus esferas vitales anteriormente descritas.

Tras esta valoración inicial, se realiza una sesión clínica y se establece un plan individualizado y personalizado para cada persona en el que, es importante establecer una rutina de trabajo física, cognitiva, psicológica y social diaria (las cuatro esferas de la persona) y unos objetivos a conseguir.

El Método Hoffmann obliga también a un seguimiento exhaustivo del mayor, en el que, mensualmente debemos contemplar su evolución y semestralmente reevaluarle por completo.

El MH también contempla el apoyo y asesoramiento familiar con el fin de prolongar la actividad al domicilio, pudiendo analizar este y desarrollar los cambios pertinentes en el mismo.

Nuestros centros cuentan también con las mejores instalaciones y los materiales más innovadores al servicio de los mayores y sus objetivos terapéuticos.

¿Qué diferenciales aporta el Método Hoffmann?

El Método Hoffmann aporta una serie de diferenciales importantes en el tratamiento y abordaje de la enfermedad de Alzheimer lo cual, ha provocado la elaboración y consecución de múltiples casos de éxito en la aplicación del mismo a lo largo de los últimos años.

Uno de los principales diferenciales del MH es el equipo completo que trata todas las esferas físicas, cognitivas, psicológicas y sociales de la persona y que, se apoya en la tecnología  e innovación constante de la neurorehabilitación. Todo el equipo que aplica el MH debe estar formado previamente.

La plataforma tecnológica que el MH ha desarrollado permite el seguimiento exhaustivo y digital de cada mayor, ofreciendo la mayor calidad en el cuidado.
Si un diferencial destaca por encima del resto en el MH es el gran número de terapias, tratamiento y programas rehabilitadores y preventivos que atesora en su poder y, la innovación y testeo constante que desarrolla para mejorar el abordaje de la persona con Alzheimer.

¿Tiene cura el Alzheimer?

No existe una cura definitiva de la enfermedad pero, en los últimos años se ha avanzado de manera muy importante en el proceso de ralentizar la progresión de la misma y atenuar o reducir los síntomas que provoca.

¿Se puede prevenir el Alzheimer?

El Método Hoffmann ha desarrollado el concepto de neuroprevención derivado de la capacidad que tenemos de reducir el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas como son el Alzheimer, Parkinson, etc.

Aún desconocemos con exactitud el principal detonante de la aparición de la enfermedad pero, conocemos los factores de riesgo que impulsan o favorecen el inicio y progresión de la misma, por tanto, somos capaces de actuar sobre estos, mitigarlos e implantar rutinas saludables y personalizadas de ejercicio físico, cognitivo, psicológico y social que, permitan minimizar (que no anular) las probabilidades de padecer esta enfermedad.



Diagnosticar la enfermedad de Alzheimer en estados avanzados es relativamente sencillo pero, a través de nuestra metodología, proponemos y priorizamos la detección precoz de esta enfermedad mediante el uso de nuestros test y escalas de valoración, teniendo como objetivo iniciar el tratamiento de la enfermedad a la mayor brevedad posible y consiguiendo así resultados y beneficios más importantes en la evolución y pronóstico de la misma. Este tipo de prevención es la prevención secundaria de la enfermedad de Alzheimer. 



Profesional Experto.
David Roa Arbeteta.

martes, 15 de septiembre de 2015

Diez consejos para el cuidado de afectados de Alzheimer.

      Con motivo del Día Mundial del Alzheimer que, se celebra el próximo día 21 de septiembre, queremos compartir con vosotros 10 consejos saludables para afrontar la enfermedad de Alzheimer y ofrecer un cuidado, rehabilitación y asistencia adecuada a las necesidades del mayor. 
  
      1.- Una nutrición adecuada es esencial para tener una vida saludable. A veces, la alimentación de los mayores con Alzheimer no es la idónea, llegando a presentar malnutrición y desnutrición. Esto se debe a la propia enfermedad, al crecimiento de su actividad física (vagabundeo), a la insuficiente ingesta y a los posibles trastornos de masticación y deglución. Es de vital importancia tomar alimentos ricos en proteínas, con aporte de hierro y calcio, que proporcionen fibra y ricos en Vitamina C y E.

      2.- El Alzheimer afecta al desempeño de las actividades de la vida diaria de forma progresiva, por lo que debemos ayudarles para que sean lo más autónomos posible a la hora de vestirse, alimentarse, acudir al baño, etc.

      3.- No dañar en ningún momento la imagen y autoestima del mayor.

      4.-  Eliminar posibles barreras arquitectónicas para facilitar el acceso al cuarto de baño y su correcta identificación.  

      5.- Beber mucho líquido.

      6.- Realizar ejercicio físico de forma rutinaria. El ejercicio ayuda a mantener o mejorar la condición física, el estado mental y los niveles de presión arterial, entre otros factores.
      
      7.- El mayor tiene ideas y pensamientos que no son reales, que le llevan a una conducta desadaptada y muy difícil de controlar. Debemos saber qué hacer ante estas situaciones. Es importante saber que estos comportamientos que surgen en el mayor no son intencionados, son consecuencia del Alzheimer.
    
      8.- La práctica de actividades de ocio ayuda a mantener y enriquecer las relaciones sociales y a su vez, logra un sentimiento de satisfacción personal que promueve una percepción más positiva de sí mismo.

      9.- Nos comunicaremos con ellos utilizando un lenguaje verbal y corporal simultáneamente, con frases cortas y sencillas, sin gritar y siendo pacientes y positivos.

      10.-El cuidador principal no debe llegar al límite, aprendiendo a solicitar ayuda para evitar la sobrecarga y delegar. La ayuda puede ser prestada a través de profesionales, familiares, amigos, voluntarios, instituciones, etc.

Profesional Experto.
Paula Sánchez Álvarez.