lunes, 27 de julio de 2015

Carta a los abuelos

Como bien decía Jorge Manrique en sus bellos poemas, nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar. La vida transcurre por diferentes etapas y en ellas, siempre tenemos presente la imagen de nuestros abuelos, imagen de amor y cariño que, marca sin duda nuestra infancia y nos devuelve a tiempos pasados de bellos recuerdos.

Desde Hoffmann World queremos que este breve texto sirva como homenaje y pago de gratitud hacía todos los abuelos en la celebración de su día Mundial.

A nuestros abuelos les debemos una parte muy importante de nuestro ser, de nuestra personalidad y de nosotros mismos, ellos con su ejemplo, sabías palabras y gestos marcaron de forma absoluta nuestro presente y futuro.

Un abuelo es siempre una figura de referencia, una personalidad construida a base de experiencias y marcada por contrastes y sabiduría.

Cuando uno es niño ve a sus abuelos como verdaderos súper héroes, capaces de sacar siempre una sonrisa y, ofrecer la protección necesaria para sentirte seguro en sus brazos. De adolescente y joven el cariño se torna distancia pero los abuelos siguen estando presentes y aconsejando para bien, sobre como dirigir nuestras vidas.

A los abuelos les debemos no solo lo que somos sino cómo somos y, existe hacía ellos un estado de deuda permanente puesto que fruto de su sufrimiento y dedicación, hoy podemos tener un mundo mejor y más libre.

La palabra abuelo no siempre se asocia a un concepto positivo y, son muchos los que rechazan este término puesto que se une a una idea peyorativa y de vejez; sin embargo, la palabra abuelo es sinónimo de experiencia, sabiduría y afecto.

Los abuelos de este siglo son muy diferentes a los de hace unos años, habiéndose transformado el mismo y, evolucionado de forma radical. Nuestros abuelos utilizan la tecnología y comparten muchas más habilidades con sus nietos que hace unas décadas.

Catalina Hoffmann tuvo un sueño hace ya más de diez años y, en su empeño de sacarlo adelante, solo había una verdadera motivación, devolver a los mayores parte de todo lo que ellos hicieron por nosotros, dotarles de calidad de vida y, posicionarlos en el nivel que se merecen, un rol social muy necesario.

En pleno 2015 nuestros abuelos tienen mucho que aportar a la sociedad, no solo experiencia y sabiduría, sino soluciones a las dificultades que ahora presentamos y una visión más completa de futuro y valor.


En una fecha tan señalada queremos felicitar a todos los abuelos, motivarles a que día a día aprendan más y sean más felices, así como agradecerles su pasado y presente de servicio a sus familias, empresas y sociedad. 

jueves, 23 de julio de 2015

La prevención a través del Método Hoffmann

Todos valoramos de forma considerable nuestra salud y bienestar pero, solo le damos la importancia necesaria cuando una patología afecta a dichos conceptos. Igualmente, sabemos que con unos buenos hábitos de vida podemos reducir el riesgo de padecer según qué enfermedades, a pesar de lo cual, no siempre hacemos todos los esfuerzos necesarios para conseguir dicho fin.

A través del Método Hoffmann hemos trabajado en el concepto de neuroprevención, gracias al cual,  podemos reducir el riesgo de una persona de padecer patologías neurodegenerativas si bien, no podemos evitar al 100 % su aparición pero, si ralentizar su evolución.

Día a día conocemos los factores que, aumentan el riesgo de presentar patologías tales como el Alzheimer, Parkinson o Ictus, gracias a lo cual, desde la metodología Hoffmann hemos creado programas y protocolos de actuación que, atacan estos factores predisponentes, tratando de reducirlos a la mínima expresión o bien eliminarlos.

Los conceptos de salud y bienestar, así como, la percepción que cada uno tiene sobre ellos, están influidos por multitud de factores que, de una manera u otra hay que tener en cuenta  a la hora de establecer un trabajo de prevención que, siempre debe ser personalizado.

Desde la metodología Hoffmann proponemos la personalización absoluta a la hora de establecer un programa individualizado de prevención ya que, cada persona es diferente, como diferente es su predisposición genética a sufrir una enfermedad, sus antecedentes, sus medidas corporales, sus constantes vitales, su autoestima o simplemente su idea de salud.

La prevención es el primer pilar sobre el que construir la salud y la calidad de vida de las personas, pudiendo sobre ella, desarrollar no solo cambios en hábitos de vida, sino la integración de nuevas rutinas saludables que mejoren los niveles físicos, cognitivos, sociales y psicológicos de autopercepción.

No existe un momento ideal para iniciar un programa de prevención, de hecho, el instaurar una rutina saludable en alimentación, ejercicio físico, trabajo cognitivo y desarrollo de área social, es recomendable desde fases vitales iniciales. Es cierto que la demanda y mayor necesidad de estos programas se da en la fase de prejubilación y jubilación, momento vital trascendente en el que, muchas horas del día ya no estarán destinadas al área laboral y en el que, hay que reorganizar el horario diario.

Aprender a envejecer es un arte y, un proceso a la vez que requiere esfuerzos pero conlleva una repercusión muy favorable y una inversión, cuyos beneficios son marcados.

La prevención a través del Método Hoffmann, se compone de varios pilares que, en su conjunto acaban generando el resultado deseado:

1.- Valoración holística: es necesario conocer en detalle todas las esferas vitales de la persona y, la predisposición de las mismas a ser dañadas, habiéndose establecido para ellos escalas de valoración en prevención a través de la metodología Hoffmann.

2.- Asesoramiento y formación: no aplicamos bruscos cambios en el estilo de vida diario, evitando así rechazo; aconsejamos y formamos en los beneficios derivados de aceptar otro día a día.

3.- Terapias exclusivas: ofrecemos respuesta a todas las demandas de los senior, pudiendo elegir entre una amplia variedad de terapias exclusivas e innovadoras.

4.- Rutina terapéutica: es necesario establecer tiempos de salud y prevención, integrándolos de forma adecuada y pautada en nuestra rutina.

5.- Seguimiento constante: debemos saber si los efectos que nuestro programa está generando, son los deseados.



La prevención y su importancia, han obtenido a través del Método Hoffmann un nuevo valor, concepto y dimensión. 

jueves, 9 de julio de 2015

El Método Hoffmann y la neuroplasticidad cerebral.

Tras más de diez años con una experiencia clínica diaria, podemos afirmar los beneficios físicos, cognitivos, psicológicos y sociales que la metodología Hoffmann genera en los mayores con o sin patología degenerativa ya que, existen protocolos de actuación tanto en la prevención como rehabilitación de enfermedades geriátricas o asociadas a la edad.

El cuerpo sufre una serie de cambios y modificaciones biológicas que, son más evidentes superada la barrera de los 60 años pero, que comienzan mucho antes de esa edad. Nosotros podemos actuar sobre estas situaciones, mejorando su transcurrir y alterando la evolución que, en la mayoría de los casos genera empeoramiento de salud y de la autopercepción de bienestar.

El concepto de neuroprevención que, la metodología Hoffmann ha desarrollado, viene derivado de la capacidad que tenemos de reducir el riesgo de padecer según qué patologías degenerativas o neurológicas, tales como el Alzheimer, Parkinson, Ictus, etc. Sabiendo los factores de riesgo que provocan estas patologías, podemos actuar sobre ellos y mitigarlos, lo cual, unido a la implantación de rutinas de ejercicio físico, psicológico y cognitivo personalizadas y adecuadas, permitirán reducir a niveles muy inferiores a la media, la posibilidad de padecer según qué enfermedades.

Otro pilar fundamental del Método Hoffmann es la neurorehabilitación que, aplicamos a diario en las unidades y centros que trabajan con los mayores. La neurorehabilitación la conseguimos a través de profesionales formados de forma estricta en la metodología y que, ejecutan los protocolos de tratamientos y evaluación necesarios para la consecución de los objetivos que se plantean tras la valoración multidisciplinar inicial del mayor.

Un pilar fundamental de la metodología Hoffmann es el concepto de neuroplasticidad cerebral, mediante el cual podemos conseguir que, tras sufrir una patología cerebral o una degeneración, el cerebro no pierda las facultades afectadas gracias a la estimulación adecuada de zonas adyacentes que, compensan dicha funcionalidad. Gracias a este principio y, con la adecuada personalización del tratamiento, conseguiremos que un mayor que padece una enfermedad degenerativa, se mantenga durante más tiempo con un buen nivel de independencia y autonomía, pudiendo en la mayoría de los casos conseguir su permanencia en el domicilio.

El cerebro es sin duda un órgano complejo y realmente difícil de tratar de forma eficaz fuera de la farmacología, solo siendo capaces de obtener buenos resultados a través de un estudio diagnostico detallado de su situación y afectación. Precisamente la metodología Hoffmann y, su aplicación en un adulto mayor, viene determinada por una valoración integral, holística y completa de la situación cerebral de la persona, así como de los síntomas físicos, cognitivos, psicológicos y sociales que desencadena. Solo siendo conscientes de que patologías concretas afectan al mayor y, contemplándole como un todo, seremos capaces de actuar con él de forma eficaz y, conseguir mejorar su calidad de vida, mientras reducimos la sintomatología sin necesidad de priorizar la farmacología a otras técnicas que, no solo la complementen, sino que pueden reducirla a una herramienta de tratamiento secundaria.

Más de 6.000 casos han sido tratados en los últimos diez años de aplicación del Método Hoffmann, consiguiendo en muchos de ellos evoluciones muy favorables a un tratamiento innovador y, que siempre se apoya en la tecnología y las evoluciones constantes de la ciencia.

La metodología Hoffmann exige de una aplicación cuidada de todos sus protocolos en todas sus áreas socio-sanitarias, así como la correcta valoración de la evolución diaria del usuario que, sin duda nos dará la información necesaria para saber si estamos en la línea terapéutica correcta y adecuada. Solo es posible llevar a cabo este seguimiento clínico constante, con una exhaustiva digitalización de nuestros mayores, algo que la metodología Hoffmann propone realizar a través de su propia plataforma tecnológica.


El Método Hoffmann ofrece por tanto soluciones terapéuticas a todas las necesidades que los senior o mayores requieran, pudiendo aplicar desde servicios puntuales a estancias terapéuticas y planes de tratamiento personalizadas.