lunes, 20 de junio de 2016

Hipertensión arterial: la enfermedad silente.

La hipertensión arterial es la elevación persistente de la presión arterial por encima de los valores establecidos como normales (estos valores se han fijado en 140 mm Hg para la sistólica y en 90 mm Hg para la diástolica). Uno de los mayores peligros de esta enfermedad es que, no tiene por que dar síntomas y, puede cursar sin ningún tipo de molestia. 

La hipertensión arterial es sin duda una enfermedad muy común que, se encuentra presente en un 20 % de las personas cuyas edades están comprendidas entre los 40 y los 65 años, subiendo este porcentaje al 50 % cuando se superan los 65 años de edad. 

Aunque en la mayoría de las ocasiones es difícil conocer con exactitud el origen de esta patología, sí se han descubierto una serie de factores de riesgo que, aumentan de manera exponencial las posibilidades de sufrirla:

1.- Antecedentes familiares.
2.- Obesidad. 
3.- Consumo elevado de sal. 
4.- Consumo de alcohol. 
5.- Hábito de consumir tabaco. 
6.- Falta de ejercicio.
7.- Estrés. 

Es muy importante recordar que, aunque la HTA no genera síntomas, esta patología sí provoca consecuencias importantes en el cuerpo de la persona que la sufre: 


  1. - Daños en el sistema vascular: arterioesclerosis. 
  2. - Angina o infarto de miocardio. 
  3. - Insuficiencia cardíaca por el exceso de trabajo al que se somete al corazón. 
  4. - Insuficiencia renal. 
  5. - Afectación de los pequeños vasos de la retina y pérdida de visión. 
  6. - Otro tipo de consecuencias muy variadas.
Para el tratamiento adecuado de la hipertensión arterial, hay tres vías fundamentales:
  • Medicación: existen multitud de medicamentos desarrollados. 
  • Práctica de ejercicio: es fundamental integrar en la rutina diaria una serie de ejercicios, mínimo 20 - 30 minutos diarios. 
  • Dieta saludable y baja en sodio.
Otros cambios que recomendamos se deben hacer en el estilo de vida serán:
  1. Dejar de fumar. 
  2. Reducir de peso. 
  3. Aumento del consumo de fruta y verdura. 
  4. Reducción del consumo de grasas saturadas. 
  5. Control semanal de la tensión arterial 
Ante la enfermedad de la hipertensión, no solo debemos centrarnos en tratarla de forma satisfactoria, sino es igualmente importante prevenirla y reducir el riesgo de sufrirla, especialmente, si tenemos antecedentes familiares. 



DAVID ROA ARBETETA.
EXPERTO PROFESIONAL

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